Cindy Crawford y George Clooney son grandes amigos. De ese estrecho vínculo también forma parte el marido de la escultural supermodelo, Rande Gerber. Juntos son grandes bebedores de tequila, bebida que los condujo a crear su propia marca: Casamigos.
Y fue ese amor excesivo por la bebida mexicana lo que condujo a Crawford a meterse una noche en la cama de la estrella de Hollywood. Los tres estaban en la residencia de la pareja en Malibú. En un momento de la noche, cuando el alcohol estaba casi agotado, Gerber fue a acostarse. Subió por las escaleras y se acostó en la habitación de uno de sus hijos.
Clooney, en cambio, se dirigió a la habitación de huéspedes, cuarto que el dueño de casa suele utilizar cuando está ebrio. Creyendo que esta costumbre se mantendría esa noche, Crawford se metió silenciosa en la cama. «Entré en la habitación de invitados y me metí en la cama con quien creía era Rande, desmayado con la cara hacia abajo y su ropa puesta. Entonces entró en la cama y le digo ‘hey, amor, ¿por qué no te desvistes?'».
En ese momento, Clooney se despertó repentinamente, miró asombrado y saltó fuera de la cama: «¡Oh, mi Dios! ¡Lo siento mucho!», fueron las palabras del actor.
Agencias