¿Eres de esas personas que cuando llegan de trabajar por la noche comen todo lo que encuentran en el refrigerador? Si es así seguramente tendrás muchos problemas para seguir un régimen para adelgazar y perder esos indeseables kilos de más que te impiden tener la figura que deseas.
Sin embargo puedes seguir una dieta nocturna para bajar de peso que te dará muy buenos resultados.
Cuida lo que comes en el día
Para poder perder peso durante la noche, es necesario que mantengas una dieta equilibrada sin excesos. Para ello es necesario que incluyas alimentos con alto contenido de fibra que, además de ser bajos en grasas y calorías, te darán una sensación de saciedad que regulará tus ansias de azúcar, evitando de esta manera que consumas dulces en exceso. Una excelente idea es consumir durante la cena verduras y frutas en abundancia y evites las carnes y las pastas.
Será necesario también que comas durante todo el día y con regularidad pequeñas cantidades de alimento, ya que si haces seis comidas diarias (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda, media tarde y cena) incluyendo frutas y verduras en abundancia y dejas de lado dulces e hidratos de carbono como el pan, las pastas y todos los derivados de las harinas blancas, tendrás menos hambre durante la noche.
Ten en cuenta que a lo largo del día tu organismo quema una gran cantidad de «combustible» como los ácidos grasos y la glucosa que son la fuente de energía de tu cuerpo por lo cual al llegar a la noche tu necesitarás reponer lo perdido por lo que se producen esos ataques de hambre que ponen en riesgo tu figura y te impiden bajar de peso. Es por ello que además de frutas y verduras incorpores a tu alimentación otros hidratos de absorción lenta como los cereales integrales y las legumbres.
Respeta los horarios de las comidas
Como ves, es importante respetar los horarios de cada comida para que nuestro organismo mantenga el metabolismo de manera adecuada y esto colabore con la pérdida de peso y con el posterior mantenimiento del mismo.
Evita comer tarde en la noche puesto que si lo haces y te vas a dormir inmediatamente, tu organismo no quemará las calorías necesarias y lo único que conseguirás es que tu cuerpo almacene la energía contribuyendo al aumento de peso, por lo que es necesario que descanses por lo menos 90 minutos antes de irte a dormir luego de la cena.