La supermodelo y empresaria Cindy Crawford, dejó claro, durante un día de playa en Miami, que el tiempo apenas le pasa factura.
La belleza estadounidense, quien ha estado muy ocupada promoviendo su nuevo libro Becoming, aprovechó un hueco en su apretada agenda, el pasado lunes, para pasar un rato en una playa de Miami junto su esposo Rande Gerber.
Crawford y su impresionante figura se pasearon por la arena de la Ciudad del sol enfundada en un bikini con estampado de serpiente.
Gerber, casado con la modelo desde hace 17 años, no pudo reprimirse a la hora de alabar la belleza de su esposa en Instagram.
«Quién necesita peluquería y maquillaje cuando te ves así después de zambullirte en el océano», escribió Gerber, de 53 años, junto a la instantánea.
«Conozco mi cuerpo y sé que no es perfecto, pero quizá tengo una imagen falsa de mi cuerpo. Quizá creo que me veo mejor de lo que soy», dijo Crawford a la edición canadiense de la revista Elle, para su edición de octubre. «Creo que la mayoría de las mujeres son duras sobre si mismas. Pensamos que nos vemos peor de lo que nos vemos. Así que asumo que estoy en esa categoría, incluso cuando la foto no reflejó lo que yo vi en el espejo».
Aunque la modelo no es inmune a las duras críticas que ha recibido a través de internet. Su reciente escándalo fotográfico, en el que se mostraba una foto de Crawford no retocada y que hacía especial hincapié en sus defectos físicos, la han convertido en más precavida, según dijo al sitio online Net-A-Porter, The Edit.
«Ahora, si estoy en la playa en bikini, donde puede que haya paparazzi, me cubro, definitivamente», comentó. «Hay buenos y malos ángulos y no quiero exponerme a eso. Es doloroso», añadió.
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