Todo el mundo cree que es una bendición tener senos grandes, incluso cada año millones de mujeres se someten a cirugías para agrandarlos, pero la realidad es muy distinta, pues esto nos acarrea muchos problemas e incomodidades, y nos ponen en desventaja en muchas situaciones.
Esto es un poco de la agonía de tener pechos grandes.
Encontrar sostenes lindos de tu talla es imposible, confórmate con los que parecen de abuela en colores beige, negro y blanco. Si de casualidad encuentras uno, es muy caro.
Encontrar la talla adecuada es muy problemático, pues siempre tendrás miedo de la maldición QuadraBoob.
Si te pones Pushup, luces ridícula.
Hacer ejercicio se convierte en una odisea, flexionarte, correr y brincar, se vuelven acciones muy incómodas.
Los mejores sostenes que puedes encontrar, siempre son deportivos, lo malo es que no van con muchas prendas que usamos a diario.
Usar bikinis es muy peligroso, encontrar uno que las mantenga encerradas es una ardua tarea.
Suelen darte dolores de espalda, lo que te hace pensar en una reducción.
Simplemente es muy difícil usar blusas de botones, siempre quedan abiertas.
El cinturón del coche te odia.
Cuando viajas, la mitad de la maleta es para tus sostenes.
Si decides acostarte boca abajo, sabes que terminarás estrangulándolas.
Si tan sólo mencionas que estás pensando en reducirte los senos, la cara que pone la gente es algo así.
Estás más que acostumbrada a las crueles bromas sobre tu busto.
Jamás podrás ser gimnasta, incluso ni en la secundaria pudiste hacer mucho deporte debido a que simplemente no podías. (A parte de que todos te miraban con ojos de lujuria).
No puedes ponerte ropa ajustada o escotada sin que la gente te juzgue.
¡Con el tiempo van cayéndose más!
Las manchas de sudor debajo de las bubis son más evidentes, y eres más propensa a tener salpullido.
Los niños usan tus sostenes de sombreros.
Todo el tiempo te preguntas si un hombre quiere salir contigo porque le agradas, o sólo por tu escote.
Tiras cosas sin darte cuenta.
Cuando te sientas muy cerca de la mesa, parece que ellas también necesitan su propio asiento.
Es muy difícil lograr vestirte conservadoramente sin lucir provocativa.
Los juegos mecánicos no son muy buenos contigo.
Los sostenes no duran mucho, las varillas no soportan el peso, se salen y comienzan a asesinar a tus bubis.
Usar vestidos sin tirantes es lo más peligroso que puedas hacer.
Si te pones ropa holgada luces inmensa.
Es común que te salgan estrías si la adolescencia te crecieron de un día para otro.
Pero bueno, no todo es malo, también nos hacen lucir ¡Sexys, hermosas y femeninas!
Agencias