La relación de los padres con los niños es muy especial y parte importante de esta relación es enseñar a los chicos a respetar y confiar en los padres. Algunos padres se quejan de que sus hijos no los respetan, generalmente esta falta de respeto no es solo problema del niño sino una consecuencia de una relación con fallas.
¿Por qué mi hijo no me respeta? Pueden haber varias razones por la que los hijos no dan el respeto merecido a los padres. El respeto se aprende desde la cuna y se aprende por obra y por palabra. Algunas de las razones por la que el respeto puede fallar incluyen:
Ambivalencia: Es mejor para los niños recibir un solo mensaje y no darles a entender que si lloran o ruegan podemos cambiar de opinión. Los niños son muy buenos manipuladores y hay que aprender a no dejar que nos manipulen, hay que tener una sola palabra: Si se dice sí es sí y un no es un no. Si el niño aprende a manipular a los padres a temprana edad lo seguirá haciendo aun en la vida adulta.
Violencia verbal: Gritos y voces altas innecesarias. Si esta táctica se usa frecuentemente los niños se acostumbran a ello y la ignoran, además es humillante para padres y para niños. Si el niño crece en un ambiente de gritos aprende a gritar y un día les gritaraá a sus padres.
Armonía: Ambos padres tienen que enviar el mismo mensaje, tienen que ponerse de acuerdo en cómo tratar al niño. Si el padre dice una cosa y la madre dice otra el niño no recibirá el mensaje apropiado.
Disciplina: Si se dan amenazas o promesas hay que cumplir. De lo contrario el mensaje es: no se les puede creer.
Escuchar: El no escuchar a los niños es un error común, esto es importante para desarrollar confianza mutua. Esto debe de practicarse desde la niñez de lo contrario en la adolescencia esto es difícil de lograr.
Relación justa: No hay que concentrarse solo en lo negativo y regañar por todo. No todo es blanco y negro y no todo merece peleas. Hay que analizar antes de tomar decisiones.
Agencias