El actor Johnny Depp confía plenamente en su hija Lily-Rose (16), fruto de su fallida relación con la francesa Vanessa Paradis, porque sabe que la joven tiene la «cabeza sobre los hombros», aunque no puede evitar preocuparse cuando contempla la prometedora carrera como actriz y modelo que tiene ya a sus espaldas.
«Tengo bastante miedo de eso [de que mi hija acabe siendo más famosa que yo]. Es divertido ver a tu hija pasar de ser un bebé a una niña y después una jovencita. Estoy muy orgulloso de ella. Lily-Rose es muy inteligente, tiene la cabeza sobre los hombros. Estoy muy contento de la relación que tenemos, porque no le da miedo contarme cosas. Estamos muy unidos», explica el intérprete a la revista France Dimanche.
Precisamente sus hijos Lily-Rose y Jack (13) han sido la razón por la que Johnny, que actualmente está casado con Amber Heard, ha decidido finalmente no vender su impresionante villa privada en el sur de Francia, que compartió con Vanessa durante los casi 15 años que estuvieron juntos.
«He retirado la casa del mercado. Es un lugar que me es muy querido, he visto crecer allí a mis hijos. No creo que pueda deshacerme de ella nunca, y es por una razón muy sencilla: cuando yo no sea nada más que polvo y cenizas, me gustaría que mis hijos también pudieran ver crecer allí a los suyos», revela.
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