Un estudio publicado recientemente en la revista Obesity Research & Clinical Practice encontró que si se compara a adultos de hoy con los de hace 20 o 30 años se encuentra que, ante idénticos niveles de ingesta de alimentos y ejercicios físicos, las personas actualmente pesan más.
Para el trabajo, citado por el diario estadounidense The Atlantic, los investigadores examinaron los datos de la dieta de 36.400 estadounidenses entre 1971 y 2008 y los datos de la actividad física de 14.419 personas entre 1988 y 2006.
Tras un examen de esa información, los investigadores encontraron una correlación sorprendente: comparadas dos personas adultas de la misma edad, una de 1988 y otra de 2006, que comían ambas la misma cantidad de calorías, incorporaban la misma cantidad de macronutrientes, como proteínas y grasas, y hacían la misma cantidad de ejercicio, se verificaba que el adulto de 2006 tenía un índice de masa corporal mayor que el de 1988.
En otras palabras, la gente hoy en día es un 10 por ciento más pesada que en la década del 80, incluso siguiendo exactamente los mismos planes de dieta y ejercicio.
Los ejercicios de los 80 de Jane Fonda hoy serían menos efectivos. Los resultados del estudio sugieren que si usted tiene 25 años de edad, tendría que comer menos y hacer más ejercicio que sus mayores para evitar aumentar de peso, señala Jennifer Kuk, profesora de Kinesiología y Ciencias de la Salud de la Universidad York de Toronto, según un comunicado citado por The Atlantic. Sin embargo, esto también indica que puede haber otros cambios específicos que contribuyen al aumento de la obesidad más allá de la dieta y el ejercicio, agregó Kuk.
No está claro qué factores por fuera de la ingesta de alimentos y la realización de ejercicios físicos están influyendo en el aumento de peso de la población. Kuk, sin embargo, mencionó algunas hipótesis.
En primer lugar, señaló Kuk, la exposición a una mayor cantidad de productos químicos como pesticidas podrían estar alterando procesos hormonales y provocando aumento de peso.
Otro factor podría ser el crecimiento del uso de medicamentos recetados, que ha aumentado dramáticamente desde los años 70 y 80. Los antidepresivos son ahora uno de los medicamentos más comúnmente recetados en los EE.UU., y muchos de ellos se han relacionado con el aumento de peso.
Por último, Kuk y otros autores del estudio creen que la ingesta de carne tratada con hormonas está generando modificaciones en las bacterias intestinales de las personas. Y estas bacterias influyen en la ganancia de peso y la obesidad.