El príncipe Harry de Inglaterra, de 31 años, está nuevamente inmerso en un escándalo tras descubrirse que mantiene una amistad con el presunto narco libanés Fidelio Cavalli, de 45 años, según una exclusiva del diario británico The Times.
La Justicia de EEUU acusa a Cavalli de haber dirigido el traslado de 1,5 toneladas de droga que tenía como destino al grupo terrorista Hezbollah y que fue introducida en el avión alquilado por una banda armada de Venezuela. La orden precisa era hacer escala en un aeropuerto ubicado en Benín, en el golfo de Guinea. Sin embargo, la indicación no fue acatada y se desvió hacia las islas Canarias, donde la Policía interceptó el cargamento, valorado en USD 106 millones.
Harry conoció al libanés Fidelio Cavalli a través del magnate dubaití Mohamed al Habtoor, de 46 años, con quien comparte su gusto por el polo.
Nacido en la ciudad de Beirut, Cavalli es tildado de arribista, porque presume a través de las redes sociales de que se codea con celebridades como Paris Hilton, el tenista Novak Djokovic, el piloto de carreras Michael Schumacher o el propio príncipe Harry. Se reconoce como un degustador de la vida, que pasa la mayor parte de su tiempo rodeado de un círculo de élite, con el que viaja por el mundo a los destinos más exclusivos.
Tanto Harry como Cavalli compartieron varias fiestas en un yate privado en el Golfo, en un campeonato de polo en Dubai y el año pasado concurrieron juntos a la prueba de Fórmula 1 en Abu Dhabi.
Sin embargo, la vida del libanés no siempre fue tan distinguida. En los Estados Unidos trabajaba de mozo y hace cinco años se quedó sin empleo, al cerrar el restaurante de un amigo, Khalil Milan, que lo había contratado. Sin un sueldo, fue recibido por Milan en su vivienda.
Milan conocía a Mohamed al Habtoor y cuando visitó el sur de California, le propuso que Fidelio Cavalli le hiciese de guía. Simpatizaron y el magnate dubaití introdujo al libanés en su círculo, lo que le abrió las puertas del mundo.
Respecto de su acusación, Cavalli negó toda implicación en actividades criminales o en la contratación del avión que llevó la droga.