Hay mujeres con buen pecho, mujeres con mucho pecho, mujeres con un pecho enorme y luego está Jordan Carver. Detrás de este nombre americano y de esta imagen de barbie recauchutada en realidad se esconde la alemana Ina-Maria Schnitzer, una ex empleada de hotel y ex maquilladora de una importante firma de cosméticos que dejó su tranquila vida en la ciudad de Trier para conseguir una carrera como modelo en Estados Unidos. La culpa de todo la tienen esos implantes que se hizo en el pecho y que vendió como “naturales” antes de que el diario Bild destapara su verdadera identidad y publicara varias fotos antes de pasar por quirófano. Afincada en Los Angeles desde hace años, Carver sobrevive gracias a los ingresos que le reporta su página web, las sesiones de fotos para revistas masculinas (en las que no aparece desnuda) y los numerosos vídeos que se pueden ver en su poblado canal de Youtube.
Agencias