Finalmente, y tal como lo tenía presupuestado para este 2013, Kodak oficialmente ha salido de la bancarrota.
Por lo que ahora se dedicará específicamente a las empresas ofreciendo servicios de impresión, packaging, y comunicación gráfica, tras cerrar gran parte de sus departamentos para consumidores, entre los que se incluyen sus divisiones de cámaras digitales.
Esto es porque en su momento Kodak se acogió al Capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos, el que permite a una empresa declararse en quiebra «temporal» para reorganizar su negocio, en el cual la compañía puede organizarse para seguir funcionando, o bien terminar liquidando sus activos.
El dinero para recuperarse proviene de los USD$ 527 millones que pagó Google y Apple por sus patentes, además de recibir unos USD$ 844 millones en financiación. Sus miles de millones de dólares en deudas también se pagaron en parte con un nuevo portafolio de acciones a un precio reducido para sus entidades crediticias.
