Desde una clínica de Cali, los bomberos de la ciudad recibieron una llamada solicitando sus servicios. No se trataba de una emergencia por un incendio, escape de algún gas o químico.
Un hombre estaba en apuros y había acudido a consulta por argollas de cortinas que se había puesto en el pene.
De acuerdo con autoridades, que mantienen en reserva el centro médico y datos del paciente se trataba de un hombre de entre 50 y 55 años que el sábado en la noche llegó con los aros al centro asistencial, al tener dificultades para poder retirarlos.
El personal no contaba con los elementos para cortar los aros, por lo que llamaron a los bomberos, que con tenazas y con manejo cuidadoso, cortaron las argollas, sin que se registrara situación de riesgo para el hombre.
Hasta ahora no se han precisado los motivos por los cuales el hombre terminó en esa situación de urgencia.