Debemos comenzar de inmediato aclarando que lo que veremos esta noche en todo el mundo en ningún caso será una verdadera «luna azul», por mucho que lo veamos repetido hasta el cansancio. Es más, será una luna llena como todas, ni más grande, brillante o de otro color, salvo que será la segunda en lo que va de este mes.
¿Por qué se le llama así? Al parecer tiene que ver con el fenómeno de dos lunas llenas en un mes en primavera en el hemisferio norte, lo que prolongaba la duración de la Cuaresma. Esto, en los países anglosajones antiguos provocó que la luna fuese conocida como «belewe moon» (luna traidora), que con el tiempo se deformó en «blue» (azul), y que se sumó a la expresión «Once in a blue moon», que precisamente habla de un fenómeno poco usual o que ocurre muy de vez en cuando.
Técnicamente, las lunas «azules» se dan entre dos y cuatro años. Desde 1968 hasta hoy, contando la de esta noche, han existido diez de estos eventos, y se producen entre tres y siete veces en cada siglo en un mismo año.
La razón tiene que ver con que el calendario se rige en función del tiempo que demora la Tierra en dar una vuelta al Sol (365 días, 6 horas, 9 minutos 9,76 segundos), por lo que para compensar este «exceso» se incluyó un día más cada cuatro años, el dia bisiesto de los 29 de febrero.
En el caso de la luna, cada 29 días, 12 horas y 44 minutos es posible ver un plenilunio (o luna llena), con un año de 354 días. Nuevamente tenemos un desfase, y nos faltan poco más de 11 días para complementar al calendario solar.
Es por ello que cada tres años aproximados tendremos con 13 o incluso 14 plenilunios en el cielo, tal como esta noche.
En cuanto a la tonalidad de la luna, esto puede variar dependiendo de los factores ambientales. Pude ser blanca, roja o «de sangre» como en el caso de los eclipses parciales, de color gris, tal como puede ser observada a través de las fotografías de la Nasa, o efectivamente azul. Sin embargo, esto sólo ocurre si la luna se desplaza a través de un grupo de nubes que contengan partículas de humo y cenizas, como en el caso de las erupciones volcánicas.
El fenómeno se repetirá en 2018, con lunas llenas el 2 y el 31 de enero, y el 2 y el 31 de marzo.
La tercera