La carretera conocida como Atlanterhavsveien en Noruega es considerada como la más peligrosa, pero al mismo tiempo la más atractiva del mundo.
Con un recorrido de 8.3 kilómetros y construido sobre varios islotes, Atlanterhavsveien tiene alrededor de ocho puentes entre los que ofrecen extraordinarias vistas al mar, pero también azotes de olas sorprenden a los automovilistas que se conducen por ella.
Además de tener mucha precaución debido a las curvas y pendientes, también hay que hacer frente al fuerte viento y oleaje que cruza por los puentes.