Su nombre es Jamie OBrien y es originario de Hawaii. Es un surfista y adicto a la adrenalina que hace cualquier cosa por vivir una aventura, esta es la última que tuvo.
Se fue a surfear a las peligrosas aguas de la Isla Tahití, en la Polinesia Francesa, y se le ocurrió que una manera de hacerlo más interesante era prenderse fuego.
Para no quemarse el pelo Jamie se afeitó la cabeza, aplicó vaselina a su traje para que pudiera encenderse, y una vez dominada la ola, se apagó en el agua.
El video también esta en YouTube y ya tiene 100 mil reproducciones. Pero la vida de este hombre de verdad que es emocionante, y bastante refrescante