Ser rico y famoso en esta época trae consigo un doble papel ante el público mundial : mostrarse extremadamente fabuloso al disfrutar de su fortuna y, al mismo tiempo, ser lo más humilde y generoso posible, participando en todas las causas humanitarias que se pongan por delante.
La reina en ejecutar este binomio es, sin duda alguna, Beyoncé, a quien pudimos ver bailando como solo ella sabe hacerlo para celebrar la legalización del matrimonio homosexual en Estados Unidos.
En septiembre tendremos una nueva oportunidad de verla moviendo las caderas y sacudiendo la melena en favor de una causa humanitaria : el Global Citizen Festival contará con Queen Be en su programación. Un evento que tiene como objetivo la lucha contra la pobreza en el mundo y acabar con la pobreza extrema de aquí a 2030.
Agencias