Shelby Swink tiene 23 años y debió a casarse con su novio de cuatro años en el mes de noviembre, pero canceló su boda apenas unos días antes de la ceremonia
La fotógrafa de bodas Elizabeth Hoard sugirió que hacer algún tipo de desastre con el vestido como una manera de celebrar su nuevo comienzo.
El rodaje tuvo lugar en la misma fecha que debería haber sido su boda y contó con la presencia de sus damas de honor y de sus padres.
El vestido de novia de Shelby está ahora en exhibición en una tienda de novias en Memphis, que está donando el dinero de todas sus ventas para organizar una obra benéfica.
Shelby Swink se negó a sufrir del desamor y se propuso sacar lo mejor de ella y estaba decidida a celebrar su nuevo comienzo en la vida por lo que aceptó este juego de venganza.
La joven graduada de la Universidad pidió a sus damas de honor que la acompañaran en este Partido de la compasión. La idea era darle un toque a su vestido usando una gran variedad de plumas de colores brillantes y pintura.
Sus padres son los que la ayudaron a pagar su vestido, pero estuvieron más que de acuerdo en participar de este juego.
La novia despechada no quería ser el comentario de todo el mundo por su sufrimiento, así que encontró una forma de dejar de buscar compasión.
El juego del que participó con su familia y sus damas de compañía se ha popularizado en el mundo entero.
Su padre fue uno de los que más se divirtió manchando el vestido y posando para las fotos. Otros padres hubieran ido a por el novio, pero cada uno se venga como puede o quiere.
Pasarla bien pareció la clave de este Partido por la compasión y la verdad es que así se refleja en las fotos.
Desde el inicio ya se puede ver el entusiasmo que al repartir los colores que después irián coloreando el vestido de la novia, y también el de sus amistades.
Color y entusiasmo son la clave de esta forma de sobrellevar el despecho. ¿A tí se hubiera ocurrido una forma mejor?
Cuando va a entregar el vestido a la casa de subastas la joven Shelby Swinks se muestra casi tan feliz como durante el proceso de pintado.
Por supuesto que Elizabeth Hoard, la fotografa que también es el centro de esta historia apoyó todo con la condición de que el vestido fuera una forma más de beneficiencia.
Este vestido sin duda es una muestra diferente de hasta donde podemos llegar para superar el despecho y el desamor.
El color puede ser la forma de cambiar el mundo o al menos de cambiar el sufrimiento. ¿Tu harías algo parecido?
TECUENTOQUE