La impresionante escena tuvo lugar en Puerto Escondido (México), donde el surfista inglés Tom Lowe sufrió una terrible caída mientras intentaba montarse sobre una ola de más de nueve metros. A esta espectacular zambullida en el océano ya se la considera una de las caídas más grandes del mundo grabadas por una cámara.
Tom Lowe ha explicado a los periodistas, que ese momento fueron los quince segundos más violentos de su vida y que si no hubiera saltado cuando lo hizo, probablemente se habría roto en dos.
Agencias