El sofocante calor de verano en un santuario para animales salvajes en la Florida, Estados Unidos, no le deja más alternativas a este oso que darse un largo chapuzón.
Bruiser, que se siente cómodo entre humanos, ama nadar en su piscina en el santuario The Single Vision Wildlife, en Florida.
Es un oso pardo sirio que actúa como cualquier persona: sale de la piscina y de pronto vuelve a saltar para entrar de un zambullido y jugar con su pelota. Al nadar, Bruiser prefiere la grata compañía de una hermosa osa negra llamada Honey.
El fundador del santuario contó al programa «Inside Edition que ya no quedan muchos osos como Bruiser en su hábitat natural.
Agencias