La mayoría de los problemas que tenemos con respecto a las axilas: manchas, vello enterrado, mal olor, resequedad, alergia, irritación, oscurecimiento, etc. están directamente relacionados con el método que usamos para depilarnos debido a la agresión con la que tratamos la zona.
Hidratación. Debido a los químicos de las ceras o irritación del rastrillo, es importante que la zona este siempre bien humectada; usa desodorantes que contengan crema hidratante.
Si ya es demasiado tarde y te irritaste aplica hidratantes como aloe vera o gel para después de las quemaduras del sol; para recuperar la hidratación y tratar de raíz la agresión.
Las manchas causadas por la depilación se deben al aumento den la producción de melanina. Lava las axilas con agua y jabón antiséptico después de la depilación para prevenir traumas en la piel. La depilación láser es una buena opción para evitar las manchas.
Es recomendable acudir con expertos para que te depilen, ellos saben la mejor manera de tratar tu piel y evitar que se irrite o encajen los vellos.
Asegúrate que tu maquina de rasurar o rastrillo están en buen estado, así evitarás pasarla varias veces; los expertos recomiendan cambiar el rastrillo cada 2 semanas y no dejarlo en la regadera para evitar la oxidación.
Fíjate que tu desodorante diga así ‘desodorante’ y no ‘antitranspirante’, ya que los segundos tapan los poros, impidiendo la transpiración. Tapar los poros evita la liberación de toxinas, lo que a largo plazo te podría causar problemas de salud.
Evita en lo más posible los desodorantes en aerosol, ya que dejan residuos que se van acumulando en tu piel, causando resequedad.
Procura no usar ropa que roce con tu axila para evitar el oscurecimiento.
Usa exofoliantes con regularidad para eliminar exceso de células muertas, desodorante y toxinas de esta área de cuerpo.