Los pescadores navegaban con su embarcación en Warrnambool, Victoria, cuando quedó atrapado en su red un enorme ejemplar de cetorhinus maximus, más conocido como «tiburón peregrino». Es la primera vez en 85 años que se lo divisa en Australia.
El animal, que mide 6,3 metros de largo, podría haber sido vendido por muchos miles de dólares a comerciantes chinos, que lo consideran una exquisitez culinaria. Pero la tripulación de James Owen decidió donarlo a la ciencia.
El Museo de Ciencias Naturales de Melbourne fue el destinatario y se mostró muy agradecido con los pescadores. No muchas instituciones en el mundo tienen la posibilidad de estudiar esta especie con la precisión que ofrece un cuerpo.
Es tan grande y pesado que tuvieron que usar una grúa para sacarlo del barco. El tiburón ballena es el único pez que lo supera en tamaño.
Agencias