Los turistas en busca de emociones tendrán la oportunidad de probar el vértigo de caminar hacia un abismo, aunque por supuesto sin el peligro de caer.
En los Alpes franceses inaugurarán este sábado 21 de diciembre un mirador de cristal que está en el corazón de las montañas y al borde de un precipicio de 1.000 metros.
La nueva atracción es una cabina de vidrio que se encuentra en la terraza superior del macizo «Aiguille du Midi», de 3.842 metros de altura. Su diseñador es Pierre-Yves Chays, quien se inspiró en un mirador similar que hay en el Gran Cañón del Colorado, en Arizona, Estados Unidos.
La cabina está hecha de cinco paneles de vidrio de 12 mm. de espesor, y cada uno de ellos está formado por tres capas unidas por soportes metálicos. Quien entra en la caja tiene la sensación de estar caminando sobre el aire y colgado sobre el abismo.
La entrada al mirador no será gratuita, tendrá un costo de 55 euros.