Durante los últimos 30 años se han producido notables progresos en el desarrollo de nuevas tecnologías anticonceptivas, incluyendo las transiciones de altas dosis a bajas dosis en anticonceptivos orales combinados, o de DIUs inertes a dispositivos de cobre y DIUs liberadores de levonorgestrel.
Estos son algunos de los más novedosos:
1. Bajo la piel. Recientemente se ha empezado a comercializar un anticonceptivo subcutáneo femenino, consistente en una varilla suave y flexible que se implanta bajo la piel en el brazo y dura tres años.
2. Oro anticonceptivo. Biólogos de la Universidad de Anhui, en China, han desarollado nanopiezas de oro puro que podrían convertirse en anticonceptivos masculinos duraderos a la vez que reversibles. Para poner a prueba su eficacia, los científicos inyectaron en los testículos de ratones machos nanopartículas de oro puro y dispararon un láser infrarrojo sobre ellas para calentarlas a la temperatura exacta en que pueden matar a los espermatozoides sin afectar otros tejidos. De este modo, aplicando periódicamente el láser, es posible controlar la reserva de espermatozoides con suficiente precisión como para que los sujetos puedan ser padres en cualquier momento, ya que los efectos son reversibles.
3. Inmovilizar al esperma. Investigadores de la Universidad Autónoma de México han desarrollado un anticonceptivo masculino reversible, no hormonal, que promete no generar efectos secundarios. La estrategia consiste en suprimir los canales iónicos CatSper y Slo3, que regulan la movilidad de los espermatozoides hacia el óvulo femenino. De momento, pruebas experimentales en ratones probaron que individuos sin ambos canales iónicos son infértiles.