Fue un trabajo que podría haberle costado la vida. Pero, decidido mostrarlo como nunca nadie lo hizo el submundo de las pandillas criminales de su país, Rotman tomó sus riesgos y finalmente logró su objetivo.
Los Mighty Mongrel Mob, cuyo nombre en español sería «la banda de los poderosos mestizos», lo miraban con mucha desconfianza al principio. Pero con mucha tenacidad y paciencia, logró que le abrieran las puertas.
Se compenetró con sus costumbres, con su cultura y sus particulares valores, que muchas veces están reñidos con los principios vigentes en el resto de la sociedad.
Para acceder a ellos se introdujo en las prisiones de Nueva Zelanda, donde están muchos de los Mongrel. Desde su creación, en los años 60, en la ciudad de Wellington, sus miembros cometieron los más variados y atroces crímenes.
A partir del vínculo que tejió con los que estaban presos, llegó a los clubes en los que se juntan las distintas filiales que existen repartidas en todo el país. Así fue fotografiando a los personajes más característicos.
«Su historia es extremadamente violenta, así que naturalmente me sentí intimidado muchas veces. Había un entendimiento tácito: si los hacía enojar, ellos me mataban», contó Jono Rotman al Daily Mail.
Shane Harrison, uno de los referentes de la banda, fue condenado por homicidio en el 2014
Willy, otro de los referentes
Sean Wellington y sus hijos, también caracterizados como miembros de la banda
Breeze, también de Notorious
Toots, de la filial King Country
Denimz, de la filial Rogue
Bung Eye, de Notorious
Greco, también de Notorious. La simbología nazi es muy utilizada por los Mongrel
Una imagen de los orígenes del grupo. Uno de los miembros exhibe orgulloso una esvástica
Zap, miembro de la filial Notorious de los Mongrel
Agencias