Los restos de Miguel de Cervantes descansan en un nuevo monumento funerario. Sin embargo, si el novelista levantara la cabeza, no estaría muy contento con la placa conmemorativa que la RAE le ha dedicado, ya que hay un error en el título de su última obra, Los trabajos de Persiles y Sigismunda.
Grabado en piedra, el título reza Los trabajos de Persiles y S(e)gismunda. La ‘i’ ha sido sustituída por una ‘e’. Podría tratarse de un error común, que cometería cualquier, pero a ojos de la RAE y en la tumba de Cervantes adquiere mayor gravedad.
En la placa también aparece el siguiente texto, que pertenece a la misma obra: «El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan, y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir».
Los trabajos de Persiles y Sigismunda, publicada en 1616, es la última obra de Miguel de Cervantes, una novela bizantina. El propio Cervantes la consideró su mejor obra. En ella se incluyen aventuras y una separación de dos jóvenes que se enamoran y acaban encontrándose en una anagnórisis al final de la obra.
El error no es insanable, pero para arreglardo probablemente haya que sustituir la placa.
Los restos del escritor Miguel de Cervantes, el literato español más universal, descansan ya en el nuevo monumento en su honor erigido en la iglesia de San Ildefonso del convento de las Trinitarias de Madrid, en cuya cripta fueron hallados en marzo por un equipo de investigadores.
Agencias
