Durante años, en Europa y países sudamericanos han tenido la tradición del consumo de vino, siendo incluso algo esencial en su dieta diaria.
El vino no es solamente un elemento para acompañar una cena romántica, además tiene otros usos de los cuales talves no mucha gente conoce. Entre esos tenemos:
Suavizar carnes: el vino es excelente para marinar la carne, basta mezclarlo con un poco de aceite, ajo, sal, pimienta y zumo de limón.
Limpiador de frutas y legumbres: el alcohol del vino disuelve las impurezas de las superficies de las frutas, dejándolas limpias y aptas para consumo.
El vino cuando es aplicado directamente sobre la piel, aporta antioxidantes que retardan el envejecimiento y evita manchas y arrugas. La acidez, similar a la del vinagre, ayuda a tonificar la piel.
Manchas de vino: el propio vino es útil para limpiar manchas de vino. Cuando, por accidente, te manches de vino tinto, nada mejor que mojar un trapo con vino blanco y frotar la mancha.
Agencias