En una demanda presentada en Nueva York, los Weinstein dicen que su venta de los derechos en 1998 de El Hobbit y la trilogía de El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien a New Line aplica a todas las películas subsiguientes de El Hobbit. Warner Bros optó por dividir El Hobbit en tres películas; la segunda se estrena el jueves en Argentina, Chile y México y el viernes en Estados Unidos.
Los Weinstein piden una compensación de 75 millones de dólares.
Warner Bros. respondió con un comunicado en el que llamó la venta de los Weinstein de los derechos de El Hobbit «una de los más grandes metidas de pata en la historia del cine». El estudio dijo que los hermanos Weinstein y Miramax accedieron a que se les pagara sólo por la primera película basada en El Hobbit y que eso es todo lo que se les debe.
Los derechos de los libros de Tolkien eran propiedad de Miramax, que fue fundada por los Weinstein. Tras tratar de hacer las películas, vendieron los derechos a New Line (que se fusionó posteriormente con Warner Bros. y es propiedad de Time Warner) en 1998 por 5% de las ganancias de cada película.