Dada la extrema cantidad de bebés abandonadas en la ciudad meriodinal de China de Shenzen, se ha comenzado la construcción de un centro de acogida de bebés que quieren ser abandonados por sus padres por no tener las capacidades para criarlos.
De acuerdo con el diario «South China Morning Post», se trata de una propiedad en una calle de la ciudad, con cunas, incubadoras, aparatos de ventilación y otros equipamientos y asegura a los padres biológicos el anonimato, ya que no contiene cámaras de vigilancia. Las autoridades también dan garantías de que los padres no serán perseguidos por la ley y que se brindará protección a los bebés.
Este lugar que se inaugurará en 2014, se situará junto al Centro de Bienestar Social de Shenzhen, que desde su creación en 1992 tuvo a su cuidado más de 3.500 bebés abandonados en esa ciudad de 10 millones de habitantes, una de las más populosas del país.
De resultar un proyecto que ayude al bienestar de cuidar las vidas de estos bebés, la iniciativa puede transmitirse a otras ciudades del país asiático.