El embarazo es el proceso más importante por el que puede pasar cualquier mujer.
El hecho de traer vida a este mundo, cumpliendo con el ciclo natural de la vida, y la responsabilidad de convertirse en madre es algo por el que muchas mujeres pueden sentirse asfixiadas de angustia, depresión o falta de entusiasmo incluso. El cuerpo pasa por muchísimos cambios, pero la mente también. Entre tanta mezcla de emociones es posible que la autoestima acabe por los suelos.
Las sensaciones y sentimientos controversiales pueden durar algunos meses, pero pueden ser superados con pequeños cuidados durante todo el periodo del embarazo:
Lo primero es saber que estas oscilaciones son perfectamente normales, la ansiedad y exceso de preocupaciones acaban amenazando la autoestima. Los cambios de humor son consecuencia de la irregularidad de las hormonas, y no se puede tener completo control sobre los mismos.
Hay que tener en cuenta que, además de las hormonas en éxtasis, se pasa por un momento en que habrá muchas dudas internas. La pregunta obligatoria casi siempre es: ¿Podré ser una buena madre? Para ello siempre se tiene que hablar con el compañero y personas cercanas para sentirse menos confundida.
La inestabilidad emocional siempre estará presente, así que el mejor consejo es manejar de forma menos negativa con los posibles inconvenientes y no preocuparse de forma exagerada con ciertas situaciones, es la mejor forma de amenizar y armonizar el embarazo y mantenerte bien, por dentro y por fuera.
Lo demás es afrontar el futuro con tranquilidad y esperar el momento más bonito de tu vida, sin preocupaciones.
Agencias
