Con espectaculares vistas de la Riviera francesa y la brillantez espacial de la conocida «Casa Burbuja» como telón de fondo, Dior se enfrentó a una seria competencia en la carrera por la mejor imagen en su desfile de moda veraniega del lunes por la noche.
Pero la firma de moda no decepcionó con su desfile, y presentó una colección abstracta y tradicional al mismo tiempo, llena de colores atrevidos y diseños asimétricos.
El desfile de moda estival volvió a la Riviera tras mostrarse en Brooklyn la primavera pasada. En esta ocasión, Dior seleccionó el Palais Bulles, propiedad del diseñador de moda Pierre Cardin, situado en las montañas a las afueras de Cannes, donde se celebra el festival de cine a partir del miércoles.
El director creativo de Dior, Raf Simons, señaló que la colección estaba inspirada en la Riviera. Algunos de los vestidos reflejan los brillantes azules y verdes del mar, destaca especialmente los tonos metálicos que se pueden ver en las faldas multicolores y los vestidos a juego. La coleeción tiene tanto diseños para un día informal en la playa como para citas más formales, como el mono de punto de tweed en color verde.