Existe un alto porcentaje de población mundial que sufre de varices, porcentaje que aumenta considerablemente entre aquellos profesionales cuyo trabajo los mantiene sentados durante varias horas al día en su oficina.
Además de ser antiestéticas, las varices pueden ser muy dolorosas, y provocar una sensación de cansancio e hinchazón en las piernas que nos quita las ganas de salir a hacer ejercicio. Sin embargo, y aunque la aparición de varices puede estar condicionada por una predisposición genética, existen algunas formas de evitar las varices y aliviar el dolor de las que ya tenemos. En este artículo de unComo te mostramos los mejores ejercicios contra las varices.
Andar
Es el ejercicio más simple y, al mismo tiempo, el más efectivo. Para las varices, es muy recomendable mantener las piernas en constante movimiento. Andar es muy efectivo a la hora de mejorar la circulación de nuestras piernas. Olvidémonos de excusas como la falta de tiempo y la pereza: en vez de coger el ascensor, sube las escaleras andando, y en vez de coger el coche al trabajo, si no está muy lejos, vete dando un pequeño paseo. Hacer estos pequeños esfuerzos diarios tendrán grandes recompensas cuando empieces a sentir tus piernas más ligeras y menos congestionadas.
Pedalear
Este es un ejercicio específico para mejorar el estado de nuestras varices. Tumbado o tumbada sobre el suelo, con la espalda recta recostada sobre el suelo, pon tus manos al lado del cuerpo o, si lo prefieres, bajo tus glúteos para evitar que la espalda se cargue. Eleva tus piernas del suelo y, en el aire, pedalea como si estuvieses en una bicicleta. Cuanto más subas las piernas, más incrementarás la circulación. En el caso contrario, si las piernas están más cerca del nivel del suelo, lo que conseguirás es tonificar los abdominales.
Levantamiento de piernas
Al contrario de los levantamientos de piernas que suelen hacerse en el gimnasio, diseñados para tonificar muslos y glúteos, estos levantamientos están encaminados a mejorar el riego sanguíneo en toda la pierna. Tumbado/a en el suelo, con la espalda apoyada y las manos bajo los glúteos, levanta una pierna cada vez y mantenla levantada en posición perpendicular al suelo, como formando una L. Sostén la pierna en alto hasta que sientas como la sangre baja desde tus pies hasta los muslos. Repite con una pierna cada vez.
Para completar el ejercicio, puedes repetir, tumbado/a pero, en esta ocasión, sitúate contra una pared. Levanta las piernas al mismo tiempo, de nuevo haciendo una L, y mantenlas apoyadas contra la pared un rato hasta que sientas mejorar la circulación de tus piernas.
Flexiones de rodilla y de tobillo
Vuelve a tumbarte en el suelo y, lentamente, sube tu rodilla hacia el pecho, con la pantorrilla doblada hacia abajo. Mientras mantienes esa posición, gira tu tobillo en diferentes posiciones varias veces. Hazlo lentamente y con fuerza, no dejes tu pie colgando libremente. Repite varias veces alternando ambas piernas
Pequeños consejos
Debido a que las varices están causadas por factores genéticos, no existe un método infalible para prevenirlas. Sin embargo, mejorar tu circulación y la tonicidad de tus músculos reducen el riesgo de desarrollarlas o, al menos, de que salgan más. Además, hay otros pequeños consejos que pueden ayudarte con el problema de las varices:
Evitar el sobrepeso
Mantener una dieta rica y fibra y baja en sal
Evitar los tacones
Mantener las piernas elevadas siempre que puedas
No cruzar las piernas mientras estás sentado/a