Aproximadamente unas 10.000 morsas que no encontraron el acostumbrado hielo en las aguas poco profundas del Océano Ártico buscaron refugio en las costas del noroeste de Alaska.
Las morsas han llegado a la playa desde mediados de septiembre. La mayor concentración de mamíferos marinos fue captada en una foto aérea tomada durante un sobrevuelo anual ártico que realiza NOAA a fin de observar las poblaciones marinas en un esfuerzo para realizar las funciones del Buró de Manejo de Energía Oceánica, la agencia que coordina los arrendamientos de las costas
Entre 2.000 y 4.000 morsas fueron fotografiadas en el lugar el 12 de septiembre. El Servicio de Peces y Vida Silvestre, la agencia que maneja las poblaciones de morsas, de inmediato tomó medidas para evitar una estampida entre los animales que se hallaban en el escaso espacio del litoral rocoso. La agencia colabora con las aldeas a fin de mantener a la gente y a las avionetas a una distancia segura de las manadas.
Los mamíferos de tierna edad son en particular vulnerables a estampidas provocadas por la presencia de algún oso polar, un cazador o una avioneta que sobrevuela a baja altura. Los esqueletos de más de 130 morsas de poca edad fueron contados después de que ocurrió una estampida en septiembre del 2009 en la Capa de Hielo de Alaska.
La congregación de morsas es un fenómeno que se ha presentado al perderse el hielo marino desde que las temperaturas han subido.Las morsas del Pacífico pasaban sus veranos en el Mar de Bering. Las hembras parían sobre la capa de hielo y la utilizaban como plataforma para bucear y alimentarse de caracoles, conchas y lombrices en el poco profundo zócalo continental.Los grupos ambientalistas señalan que la pérdida de la capa de hielo en el mar debido al calentamiento global es perjudicial para los mamíferos marinos, y que la explotación de petróleo y gas añadirán más tensión a su vida.