«Menos que una quinta parte de los 51 millones de usuarios de Internet que hay en México compran en línea y casi dos tercios de la población no tienen cuentas bancarias», calcula el columnista de la revista «Forbes», Nathaniel Parish Flannery. Sin embargo, está lleno de optimismo y predice que pronto México puede convertirse en un mercado clave del comercio electrónico.
«Comprando en línea tienes que usar tarjeta de crédito y eso no es seguro», ha explicado a «Forbes» Adrián Pérez, de 55 años, argumentando por qué prefiere adquirir hasta DVDs y vitaminas en efectivo.
Tessi Meneses, una joven de 26 años que trabaja en finanzas, a su vez, confiesa que prefiere no encargar ni siquiera ropa de marca en Internet, sino buscarla en tiendas mexicanas, a pesar de que es más cara allí. Cuando compra algo en línea, indica que debe ser entregado a su prima que vive en Manhattan (Nueva York, EE.UU.). «El envío puede tardar o no llegar nunca. La gente en México no confía en el sistema postal», argumentó.
En 2014 el volumen del comercio electrónico en México ascendió a 2.800 millones de dólares, según las cifras que cita Flannery. Para hacerse una idea, en Brasil el monto llegó a 17.800 millones de dólares. Pero, según el columnista de ‘Forbes’, para el año 2019 el mercado mexicano crecerá el doble, como mínimo.
Como una señal de esperanza, Flannery ve el hecho que hoy en día ya un tercio de los mexicanos tienen ‘smartphones’, lo que convierte al país en el mayor mercado de móviles en América Latina. Para finales de este año en México habrá ya 65 millones de internautas y para el año 2018 se número alcanzará los 80 millones, calcula el columnista. Según pronostica, 21,1 millones de ellos serían compradores en línea.