Desde que estamos en temprana edad, nuestros padres nos enseñan que debemos lavarnos los dientes después de cada comida, y a veces, hasta después de tener algún bocado o merienda fuera de hora estipulada.
Esta costumbre pudiera ser incierta, según el último informe publicado por la Unión francesa para la Salud Bucodental (UFSBD), ya que puede que sea excesiva.
El estudio refleja que lo necesario es solamente por la mañana y por la noche.
«Los hábitos para preservar la salud bucodental deben evolucionar al mismo tiempo que lo hacen los nuevos hábitos de vida», según explica la presidenta de la asociación Sophie Dartevelle.
Para que se regenere el pH de la placa dental y vuelva a sus valores normales hay que dejar un intervalo de tiempo entre cepillado y cepillado que va de las ocho a las diez horas. Por tanto, la práctica más correcta es realizar un cepillado después del desayuno, y otro más intenso tras la cena, en el que se debe incluir la utilización del hilo dental.
En ambos cepillados diarios, con un minuto de duración es suficiente, asegura Dartevelle: «Es preferible realizar recomendaciones más laxas a la población y que todo el mundo las respete, a ser más férreos y que se haga caso omiso de ellas».
El informe de la Unión francesa para la Salud Bucodental destaca que el cepillado más importante del día es el que se realiza antes de ir a dormir. Durante la noche, las glándulas secretan menos saliva, lo que reduce el aporte de sales minerales y, por tanto, dificulta la revitalización del esmalte, El caldo de cultivo para el almacenamiento y desarrollo de las bacterias cariogénicas en la boca.
Cuando se consumen bebidas azucaradas o se picotea entre horas no deben cepillarse los dientes inmediatamente después. En su lugar,el estudio recomienda que se mastiquen chicles sin azúcar, pues ayudan a salivar y el xilitol tiene propiedades anticariogénicas.
De la misma forma, es recomendable enjuagar la boca con agua, en lugar de cepillarla, lo que hará que los niveles de pH se sitúen en los niveles normales (en torno al siete). Si este enjuague se realiza con flúor se prevendrá mejor que la placa se acidifique.
Así que para las personas que probablemente ya tenían este hábito o costumbre, no están del todo mal después de todo.
Agencias.