Mover una silla de ruedas con un piercing en la lengua puede ser realidad

Conducir una silla de ruedas puede ser en un futuro, tal vez no muy lejano, mucho más fácil que en la actualidad para las personas con lesión medular que afecta a brazos y piernas.

De momento ha sido una realidad para los participantes en un ensayo clínico llevado a cabo en el Instituto de Tecnología de Georgia, que ha probado un sistema de conducción controlado mediante los movimientos de la lengua. Los resultados se publican en el último número de Science Translational Medicine.

«La lengua tiene muchas capacidades que, si aprovechan adecuadamente, puede convertirse en una modalidad de control atractivo para las personas con gran discapacidad física» señalan los investigadores. Destacan que el tamaño de la corteza motora dedicado a la lengua y la boca en el cerebro es similar en extensión al territorio de los dedos y la mano, lo que la confiere un control motor muy sofisticado y una gran capacidad de manipulación, como demuestran su papel en el habla y la ingesta.

Un imán colocado a modo de piercing o pegado mediante un adhesivo permite a los pacientes utilizar su lengua como un joystick para conducir su silla de ruedas o utilizar la computadora. Los sensores del pequeño dispositivo magnético transmiten la posición de la lengua a un auricular, que luego ejecuta hasta seis órdenes en función de la posición de la lengua.

Se trata, aseguran los inventores de este nuevo sistema, de una forma más cómoda de manejar una silla de ruedas que con el tradicional sistema de control con mando mentoniano, o de chupar y soplar, uno de los más utilizados en la actualidad, debido a su bajo costo y facilidad de uso, pero que ofrece sólo cuatro comandos.

Este sistema, que aún no está listo para ser comercializado, mejora la calidad de vida de las personas con movilidad reducida y también la dependencia de sus cuidadores para moverse. El sistema Tongue Drive, como le han denominado, «permite a las personas con movilidad reducida alcanzar la máxima independencia en el hogar y en su entorno permitiéndoles manejar una silla de ruedas de una manera más intuitiva», señala Elliot Roth, director médico de la unidad de recuperación del paciente en el Instituto de Rehabilitación de Chicago.

Agencias