Una relación de pareja sin deseo corre el riesgo de transformarse enseguida en amistad. Existen diferentes factores, físicos y psicológicos al mismo tiempo, que entran en juego en para alcanzar deseo sexual: el modo de vida, la educación, las hormonas, las fantasías eróticas, los sentimientos.
– Deseo masculino, deseo femenino: las diferencias
Él tiene ganas de sexo, yo no. A él le gusta por la mañana, yo prefiero por la noche. Los deseos de los hombres y de las mujeres no siempre van al mismo ritmo. ¿Como se explica?
El deseo es el motor de la sexualidad. Una relación de pareja sin deseo corre el riesgo de transformarse enseguida en amistad. Existen diferentes factores, físicos y psicológicos al mismo tiempo, que entran en juego en para alcanzar deseo sexual: el modo de vida, la educación, las hormonas, las fantasías eróticas, los sentimientos.
La influencia de las hormonas
La hormona del deseo es la testosterona, tanto en el hombre como en la mujer. Se produce en los testículos y las glándulas suprarrenales de los hombres y en los ovarios en las mujeres.
Como nuestra tasa de testosterona es menos elevada que la suya, ¿podría tratarse de una explicación de porque el apetito sexual es más reducido? No tiene porque, ya que el cuerpo femenino es mucho más sensible a la testosterona que el cuerpo masculino. La diferencia se ve compensada de este modo.
Las fluctuaciones hormonales, sobre todo a lo largo del ciclo menstrual influencian particularmente la intensidad del deseo femenino. Los días que preceden la ovulación, nuestro cuerpo registra un máximo de estrógenos, es el momento en el que nuestra líbido se encuentra en su apogeo (salvo para aquellas que toman métodos anticonceptivos, por supuesto). Por el contrario, después de un parto , secretamos prolactina, una hormona anti deseo.
Los factores psicológicos
La educación, la cultura, las prohibiciones sociales y religiosas heredadas de siglos pasados todavía siguen ejerciendo una presión importante sobre las mujeres, que experimentan menos deseo que los hombres. Ello explicaría porque los hombres disocian con más facilidad el deseo sexual y los sentimientos: puede apetecerles hacer el amor con una persona de la que no están enamorados. Sin embargo, cuanto más cercanos se sienten de su pareja más intensa es su libido. De hecho, el deseo masculino tiende a ser impulsivo, es decir que viene provocado del interior, mientras que el de la mujer es más bien provocado gracias a las ganas y la excitación de su pareja, por un entorno favorable, una situación de relax propicia a las relaciones sexuales.
Edad y deseo sexual
– En el hombre, el deseo sexual aparece en la pubertad, a partir de las primeras masturbaciones. Se desarrolla hasta los 50 años, pero puede declinar después. Algunos hombres sienten la andropausia, una disminución de la testosterona que provoca un descenso de la libido.
– Si el deseo se despierta más tarde en la mujer, aumenta con el tiempo y sobre todo la experiencia. La madurez sexual se sitúa en torno a los 35 años. Con la menopausia, la tasa de estrógenos disminuye, los ovarios generan menos testosterona. Pero como los factores psicológicos también influyen el deseo no tiene porque disminuir. Al tener iempo para pensar en ellas y su pareja, le dan más importancia a su vida sexual. Este periodo de la vida de la mujer marca a menudo un regreso del deseo.
Los mejores momentos para él y para ella
¿Pero porque él siempre tiene ganas por la mañana, mientras que tú tienes prisa y estás medio dormida? No creas que es por llevarte la contraria. La tasa de testosterona de los hombres aumenta un 30 % por la mañana! De ahí su libido exagerada por la mañana. Las mujeres por su parte necesitan sentirse relajadas, sin preocupaciones, para tener ganas. El momento propicio suele ser por la noche, una vez que los niños ya están acostados y se olvidan los problemas de la oficina. Por eso a veces resulta complicado que el deseo de ambos coincida.
En cuanto a la época del año, los biorritmos también intervienen. Las mujeres experimentan un aumento del deseo al llegar la primavera por una subida de estrógenos importante. En cuanto a los hombres, el deseo aumenta sobre todo al principio del verano.
¿Cómo ponerse de acuerdo?
Cuando a un miembro de la pareja no le apetece, el que si tiene ganas se siente rechazado, malquerido, poco deseado. Para evitar ese tipo de situaciones desagradables tanto para uno como para el otro, lo mejor es empezar por el dialogo. Cada uno debe expresar sus sentimientos y sus frustraciones para renovar la relación con el otro.
Para terminar, no dudes en forzarte un poco al principio, gracias a las caricias y los besos el deseo se despertara de forma natural. .