La aplicación Nestdrop mantiene una batalla legal por su derecho a facilitar el reparto a domicilio de marihuana medicinal en la ciudad de Los Ángeles, donde su servicio ha sido prohibido cautelarmente por los tribunales sobre la base de una ordenanza que regula el comercio de cannabis.
Nestdrop se convirtió en octubre de 2014 en la primera compañía de EEUU en desarrollar una app que permite a los usuarios encargar y recibir sus dosis de marihuana en sus casas, una decisión que les convirtió en pioneros y les puso en el punto de mira de las autoridades.
En diciembre, la Fiscalía de Los Ángeles lograba una orden judicial preliminar que forzaba a Nestdrop a cesar sus operaciones en la metrópoli por entender que contravienen lo estipulado en la Propuesta D aprobada en referéndum por los angelinos en 2013.
Esa medida fue creada para frenar la proliferación de comercios de venta de marihuana con fines médicos y regular sus actividades, y su aplicación supuso el cierre de centenares de dispensarios, pero dejó exentos a negocios abiertos antes de septiembre de 2007 y autorizó la entrega a domicilio de esa droga a pacientes por parte de su cuidador de cabecera.
Nestdrop es simplemente la plataforma que conecta la gente con los dispensarios. Ni cultivamos, ni vendemos, ni tenemos inventario, ni procesamos (marihuana). Somos como Yelp o Craigslist, dijo el cofundador de la empresa, Michael Pycher.
En conversación con Efe, Pycher insistió en que el negocio de Nestdrop está amparado por la ley y se mostró sorprendido por la determinación de la Fiscalía, que considera incomprensible.
No sabemos qué pasa. La Propuesta D permite el reparto de marihuana medicinal. Todos nos estamos preguntando por qué nos demandan, comentó Pycher, cuya empresa considera que están siendo tratados injustamente mientras que docenas de dispensarios y servicios de terceros continúan repartiendo a domicilio.
Compañías como Speedweed.com acepta pedidos por teléfono o por internet y realiza entregas en los condados de Los Ángeles y Orange.
A principios de marzo, los abogados de la compañía tecnológica apelaron la orden judicial que les prohíbe operar en esa urbe, según confirmó Pycher, quien espera que la Corte Superior del condado de Los Ángeles se pronuncie al respecto en cuestión de semanas.