Costica Marolenau encarna la pesadilla de todo hombre: ser despojado de su miembro viril sin su conocimiento ni consentimiento. Esto le pasó en un hospital de su país natal, Rumania, donde iba a tratar una falla renal.
Fue a que le hicieran una cirugía, pero días después, el error de una enfermera que no instaló bien un catéter que le ayudaba a orinar produjo una infección en su pene, lo que le tuvo en cuidados intensivos. Luego hicieron otra operación, donde se vio que la infección estaba tan mal, que los doctores decidieron amputar su pene, reportó el portal Cosmopolitan.
Un vocero del hospital reveló que las células del mismo estaban muertas y el miembro estaba «negro», por lo que este requería de amputación. Pero esto no le pareció suficiente a Costica, que ahora demanda al hospital por 550 mil dólares por mala práctica médica y negligencia.