Prepárate: este post marcará un antes y un después en tu vida. En el pasado, dormir siesta te convertía en un vagoneta. De ahora en más, te transformará en una persona que vela por su salud. Y es que está científicamente comprobado: la siesta es muy buena para la salud.
Y, ¿la evidencia?
Un estudio llevado a cabo en Grecia concluyó que quienes toman una siesta vespertina al menos 3 veces a la semana poseen un 37% menos de riesgos de morir de una enfermedad cardíaca que quienes no tienen este hábito.
Pero, esto no es todo: otra investigación que vio la luz en el 2008 demostró que las siestas (de entre 60 y 90 minutos, cabe mencionar) son más efectivas que la cafeína para mejorar la memoria y las habilidades asociadas al aprendizaje.
¿Qué hay de la duración de la siesta?
El tiempo que le dediques a tu siesta determinará en gran medida los beneficios que recibirás de ella. Mira:
20 minutos de siesta serán suficientes para agudizar tu alerta mental.
Entre 20 y 30 minutos alcanzarán para potenciar tu creatividad y fortalecer la memoria.
Una siesta de entre 30 y 60 minutos desarrollará tu habilidad para memorizar datos y tomar mejores decisiones.
Y, para finalizar, la siesta de entre 60 y 90 minutos es la más beneficiosa de todas. Con ella, le darás el tiempo necesario a tu cerebro para autoresetearse completamente.
¡Ojo! La siesta no es para todos
En este mundo siempre se encuentran excepciones; hay personas a las que las siesta les genera problemas para dormir en las noches o les provoca confusión y dificultades para concentrarse. En estos casos, como es evidente, la siesta no representa la mejor opción.
Por tanto, si no perteneces a este último grupo, ¿qué estás esperando para refugiarte en tu camita? ¡Que todo sea en nombre de la salud!