Los cerdos suelen ser animales que caen simpáticos, que gustan. Hay quien incluso ha optado por tener algunas de sus variedades de mascota.
Sin embargo, y aunque parezca una idea de lo más descabellada, hay cerdos a la venta por los que la gente llega a pagar miles de euros.
Para que valgan tantísimo dinero, previamente son tatuados por Wim Delvoye. El artista impregna en la piel de los animales diseños de lo más variopintos: desde personajes de Disney hasta símbolos de marcas tan conocidas como Louis Vuitton.
Pero esta moda tan extraña no viene de ahora. Delvoye, de 49 años, comenzó con esta práctica tan extraña en Estados Unidos en 1997. Sin embargo, desde que trasladó su idea a China, ha tenido un tremendo éxito.
En el país oriental tiene instalada una granja en la que mantiene cerca de una veintena de cerdos a los que tatúa con sus diseños. Para hacerlo, primero les pone anestesia y luego les hidrata muy bien la piel. Sin embargo, estos cuidados no ha sido suficientes para defenderse de las críticas de los activistas que luchan por los derechos de los animales, que consideran que su trabajo es cruel.
Agencias