¿Cómo aprender a disciplinar a mi hijo?

Como padres siempre queremos lo mejor para nuestros hijos, y para ello algunas veces es necesario disciplinarlos. Cada uno de nosotros tenemos una idea distinta de lo que es la disciplina, para nuestros padres eran las nalgadas sin embargo, hoy en día, las nalgadas ya no forman parte de la disciplina de los niños.

La disciplina es el establecimiento de límites, trazar un camino entre lo que es correcto e incorrecto. Podríamos decir que es una especie de brújula que le permite a los hijos a medir sus actos.

¿Cómo aprender a disciplinar a mi hijo?

Para empezar tenemos que dejar afuera el concepto de las nalgadas. Aunque muchos creen que las nalgadas son buenas para corregir a los niños, en realidad les dejan daños psicológicos que difícilmente se les puedan borrar.

Para disciplinar a un hijo se requiere una gran dosis de paciencia y amor, el siguiente paso será poner los límites.

¿Cómo ponerles límites a los niños?

Los límites pueden comenzar a establecerse desde la edad preescolar, debemos crear un conjunto de reglas desde casa que les permitan a nuestros pequeños a aprender sobre el respeto y la tolerancia.

Si nuestro hijo está acostumbrado a que todo le decimos que sí, jamás podremos ayudarle a establecer límites. Decir que no le ayudará a sentirse más seguro de sí mismo y de sus decisiones. Debemos de ser muy claros y específicos a la hora de decirle a algo y explicarle el porqué, de esta manera estableceremos una buena disciplina.

¿Qué hacer si mi hijo incumple una regla?

Lo mejor que podemos hacer es pensar en una solución creativa y práctica que le ayude a nuestro hijo a prosperar y no cometer el mismo error, pero sin asustarlo. Por ejemplo, si no arreglo su cuarto, por incumplir esta regla tendrá que ayudarnos a nosotros a arreglar la casa. Si pinto una pared con crayones, debe ser él quien limpie.

Si los padres no somos firmes al disciplinar a nuestros hijos, tendremos niños incapaces de saber manejarse ante las reglas que la vida les impondrá. Seamos padres firmes y coherentes a la hora de educar con disciplina.