Ayuda a tus hijos a ser confidentes contigo

Una madre sola dijo “he aprendido a escuchar a mi hija hasta que quiera dar la conversación por terminada, no importa que me caiga de cansancio”. ¿Por qué lo hace? ¿Será que saber escuchar está relacionado con poder motivar a nuestros hijos a ser confidentes con nosotras? Veamos algunas sugerencias para aprender a escucharlos:

Mantén abiertas las líneas de comunicación

Y esto, como muchas otras cosas, se aprende con el ejemplo. Si nosotras siempre estamos dispuestas a escuchar, ellos se sentirán más motivados a contarnos sus inquietudes y problemas. No cierres las vías de comunicación

No desconectes tu mente aunque tu hijo hable mucho

Una paciente me contó que sus dos hijos eran muy conversadores. ¡Dos cotorras confidentes! Por eso, durante un tiempo optó por poner cara de “te estoy escuchando” mientras desconectaba su mente de tanta cháchara. ¿El resultado? Ellos se dieron cuenta porque ella comenzó a preguntarles cosas que ellos ya le habían contado y se enojaron mucho. La comunicación se había roto y eso fue el fin de las confidencias. Luego de reponerse de esos malos momentos, pudo llegar a la conclusión de que debía intentar iniciar conversaciones con sus hijos poco a poco hasta que las cosas comenzaron a mejorar y la relación pudo reconstruirse.

¿Y si no están de humor para conversar?

No sería una buena idea intentar forzar la situación y obligarles a hablar mediante un interrogatorio ni mediante amenazas. Lo ideal es hacerles saber que su mamá estará dispuesta a escucharles cuando ellos lo decidan. ¡Los tranquilizará la idea de saber que pueden acudir a su mamá en el momento en que lo quieran!

Mantén la calma

¿Y si te cuentan algo que te pone muy mal? ¿Y si sus problemas te parecen insignificantes? Mantén la calma en todo momento. Si lo que piensan o hacen es realmente malo, busca la manera de que ellos se den cuenta, pero no los juzgues. Perder la calma y juzgarlos solo cerrará las vías de comunicación y hasta llevarlos a desarrollar ciertos trastornos de conducta.

Sin duda pasar tiempo con nuestros hijos puede ser un gran desafío, especialmente si sobre nosotras recae la responsabilidad de mantener el hogar. Pero estar con ellos también mental y emocionalmente a pesar del cansancio implica un desafío adicional. Sin embargo, los beneficios de que ellos se vuelvan confidentes con nosotras bien valen la pena.