Desde el punto de vista bioquímico, el enamoramiento comienza en la corteza cerebral. Posteriormente pasa al sistema endocrino y se transforma en una respuesta fisiológica y en cambios químicos originados por la segregación de dopamina en el hipotálamo.
Todo comienza con una atracción física seguida por una atracción personal. El enamoramiento se dispara cuando existe el conocimiento o sospecha de que hay o puede haber reciprocidad.
Las características principales del enamoramiento son sintomáticas. Por eso varios científicos sociales han construido una serie de modelos teóricos que describen y explican el enamoramiento.
Cuando uno se enamora sufre las siguientes reacciones:
Intenso deseo de intimidad y unión física con el individuo.
Deseo de reciprocidad.
Temor al rechazo.
Frecuentes pensamientos del individuo que interfieren en su actividad diaria.
Pérdida de la concentración.
Fuerte actividad fisiológica ante la presencia del individuo.
Tiene como único centro de atención al otro individuo.
Idealización del individuo.
Elementos que intervienen en el enamoramiento
Psiquiatría: Durante al menos la primera fase, el amor es una reacción química. Una sustancia de nuestro cerebro llamada feniletilamina. Esta sustancia obliga a segregar dopamina cuyos efectos son parecidos a las «anfetaminas» que producen el estado de euforia natural cuando estamos con nuestra pareja.