Una enorme fuerza policial se movilizó este miércoles tras una denuncia de que cuatro personas habían recibido disparos en la casa del conocido rapero Lil Wayne en Miami Beach, pero el hecho resultó ser una broma pesada.
«Podemos decir con certeza que se trató de un engaño», dijo a periodistas el portavoz de la Policía de Miami Beach, Ernesto Rodríguez.
Numerosas patrullas de policía y equipos del SWAT se presentaron en la enorme mansión, ubicada en una exclusiva y pequeña isla en Miami Beach (Florida, sureste de EEUU).
La policía de Miami Beach había recibido una llamada anónima hacia el mediodía de una persona que afirmó que había disparado contra cuatro personas en la residencia y solicitaba ayuda policial.
Una hora después de que comenzara el impresionante despliegue policial y que el hecho atrajera a gran número de periodistas y televisoras que transmitieron en vivo, el sello disquero de Lil Wayne afirmó que el rapero no se encontraba en la casa.
«Wayne está bien. No estaba en casa cuando sucedieron los presuntos hechos», indicó el sello Young Money en su cuenta de Twitter.
«Llamada de broma, man», escribió posteriormente Lil Wayne en Twitter, en su primera reacción a los hechos ocurridos en su casa.
La policía mantuvo varias horas cercada la isla, hasta tanto pudo revisar por completo la residencia de ocho habitaciones y determinar que efectivamente no hubo víctimas.
«Desafortunadamente parece que se trató de una llamada ‘swatting’. No hubo ni víctimas ni heridos», indicó la policía de Miami Beach en Twitter.
El «swatting» es una modalidad en la que personas hacen llamadas anónimas denunciando graves hechos en casas de personas famosas, generando masiva movilización policial.
Agencias