El amor es cosa de dos personas, y tener una buena y sana relación se basa la confianza en el otro.
Los celos son la pizca de sal y pimienta en la pareja, siempre en dosis pequeñas; es que, como todos los condimentos, cuando nos excedemos en las cantidades puede causarnos malestares o daños a la salud.
¿Eres demasiado celosa y la situación te está afectando? Sigue estos consejos, la fórmula para pasar de ser de una bruja a la mujer de los sueños de tu chico.
#1 Blanquea la situación
Si tienes en claro que eres una mujer celosa y posesiva, uno de los primeros pasos para dejar de serlo es hablar abiertamente con tu pareja de tus sentimientos y miedos.
Seguramente él será comprensivo y te ayudará a mejorar.
#2 No trates de cambiar lo imposible
Si tienes la plena seguridad que tu pareja te miente o es un maestro en el arte del engaño no hay mucho que puedas hacer al respecto, más que la confrontación.
Creer que seguirlo, revisarle los mails, teléfonos o computadora, al igual que los constantes escandaletes, no hará que cambie la situación.
#3 Gana confianza en ti misma
El tema de los celos posesivos no es otra cosa que falta de confianza en sí mismo y en el otro. Si te dice que te ama, ¿por qué debes creer que te miente?
Replantéate cuáles son tus verdaderos temores y si no puedes encontrar un mejor camino, busca ayuda; la mirada y apoyo de un terapeuta puede servirte.
#4 Deja atrás el pasado
Muchas veces el pasado de él suele provocarnos curiosidad y otras veces celos sin fundamentos, por las mujeres que alguna vez fueron parte de la vida de tu enamorado.
Pero recuerda que tú también tienes un pasado, y como él, tuviste que besar unos cuantos sapos hasta llegar a encontrar a tu príncipe azul.
#5 Ponte en sus zapatos
Si te molesta o te pones celosa por las amigas o compañeras de trabajo de tu pareja, recuerda antes de comenzar una escena que tú también tienes una vida social, que no solo está compuesta por mujeres. ¿Qué te parecería si tu enamorado te hiciera planteos necios y sin sentido? Seguro no lo tomarías bien…
Los celos posesivos no son otra cosa que miedos e inseguridades propias que solemos trasladar al otro sin pensar en el daño que hacemos a nosotros mismos y a nuestra pareja la manera de dejar de ser una novia posesiva es plantear la fórmula de confiar y amar.