Definitivamente no es el pastel con el que toda novia sueña. Pero sí una gran sorpresa para el novio.
Y la idea se le ocurrió a la novia, Natalie Sideserf, después de pensar en la afición de su futuro marido por el cine de terror.
Y ella misma lo hizo, por lo que pasó 40 horas preparándolo. Hasta que las cabezas fueron colocadas en un tablero blanco, con una inscripción que decía: «Hasta que la muerte nos separe.»
Natalie dijo: «No le dije a nadie sobre ella, por lo que fue muy interesante ver las reacciones de la gente. Todo el mundo se sorprendió y me encantó.»
Todos parecían muy contentos con el pastel, a excepción de la abuela que al final sólo pudo decir que era macabra pero que apreciaba el detalle y el grado de realismo.