Cada 7 de junio se celebra el Día Mundial de Concienciación del Síndrome de Tourette, para sensibilizar a la población acerca de este trastorno neurológico que afecta al cerebro.
Generalmente las personas que han sido diagnosticadas con esta enfermedad son objeto de acoso, discriminación y rechazo.
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Es por ello que con la celebración de esta efeméride se pretende divulgar información acerca del Síndrome de Tourette, así como brindar apoyo a los pacientes y familiares.
Famosos como Billie Eilish y Lele Pons hicieron publico su padecimiento y como a lo largo de los años han logrado sobre llevar el Síndrome de Tourette.
La cantante y compositora de fama mundial Billie Eilish, fue una revelación cuando tenía tan solo 13 años. Billie no solo es una de las mayores exponentes de la música en la actualidad, también es un claro ejemplo de que se puede vivir y triunfar con el trastorno.
Lele Pons, la youtuber y cantante hizo público su padecimiento en su serie documental en Youtube, “La vida secreta de Lele Pons”, en donde sorprendió a sus fans al confesar que padecía de Trastorno Obsesivo Compulsivo y Síndrome de Tourette.
¿Qué es el Síndrome de Tourette?
El Síndrome de Gilles de la Tourette, más conocido como Síndrome de Tourette o ST es un trastorno neurológico que se caracteriza por la presencia de múltiples, rápidos y repetitivos sonidos vocales (ruidos) y movimientos que no pueden ser controlados por las personas que la padecen, conocidos como tics.
Generalmente los primeros síntomas de esta enfermedad se manifiestan antes de los 18 años de edad, mediante sonidos y movimientos involuntarios e incontrolables (tics) de la cara, brazos o del tórax al menos por un año y varias veces al día:
Parpadeo repetitivo.
Encogerse de hombros.
Tics vocales: taratear, tartamudear, gritar frases o palabras, aclararse la garganta.
Comportamiento compulsivo.
Falta de autocontrol.
Hiperactividad.
Repetición compulsiva e incoherente de palabras obscenas.
Espasmos musculares o movimientos involuntarios.
Los síntomas evolucionan con periodos de relativa agravación y remisión, observando cierta mejoría al finalizar la etapa de adolescencia. Sin embargo, en un tercio de los pacientes los síntomas pueden persistir hasta la edad adulta.