En el mundo digital compartimos gran parte de nuestras vivencias, y también nuestras experiencias. ¿Qué sucede cuando fallecemos con nuestros mensajes de WhatsApp, perfiles en Instagram y otras cuentas en redes sociales?
Mucho se preguntan si es posible que nuestras cuentas se mantengan intactas en el ecosistema del mundo digital o desaparecerán con nosotros.
Si un usuario fallece, no se pierde el acceso a la cuenta para siempre; existe un Testamento Digital: al igual que un heredero, debe encargarse de gestionar las propiedades y el legado de una persona fallecida en el mundo real, la elaboración de un testamento digital nos permite legar nuestras contraseñas y claves a quien deseemos, para proporcionarlas únicamente después de nuestro fallecimiento.
El proceso de elaboración y redacción de este testamento es igual que el de un testamento convencional, y requiere la firma de un notario. Los servicios de asesoramiento jurídico y funerario ya ofrecen este servicio para aquellas personas a las que les preocupa el futuro de su huella digital.
¿Qué pasa con nuestros datos en las redes sociales cuando morimos?
Sin embargo, la ausencia de un Testamento Digital no imposibilita a los familiares o allegados del fallecido a la hora de realizar algunas gestiones en torno a las cuentas. Tal y como marca la Ley de Protección de Datos, los prestadores del servicio – es decir, las empresas al cargo de las redes sociales- deben facilitar a las familias las gestiones de una persona fallecida, a no ser que el usuario se haya opuesto expresamente en su testamento.
En este sentido, cada red social presenta políticas diferentes: la menos restrictiva es Facebook, que establece la figura del «heredero» también en el ámbito digital. Cuando la familia de un usuario fallecido se pone en contacto con Facebook – a través de un formulario en el Centro de Ayuda de la página-, se brinda la opción de eliminar la cuenta o de convertirla en una «página conmemorativa».
Esta opción convierte la página de Facebook en una suerte de alta virtual; todas las fotografías y publicaciones compartidas por el difunto se mantendrán, y las personas podrán seguir comentando en la página. El heredero tendrá la potestad de moderar los comentarios que tengan lugar en la página, y podrá «controlar quién publica homenajes en la cuenta conmemorativa y quién puede verlos», tal y como subraya Facebook.
Facebook, Twitter, Instagram y tus datos de internet cuando mueres
Instagram es algo más restrictiva, pues no contempla la figura de un «heredero», si bien se puede solicitar la eliminación de la cuenta o su mantenimiento como página en homenaje al ser querido, siguiendo un proceso similar al de Facebook.
La red social X – anteriormente conocida como Twitter – no ofrece jamás acceso a cuentas de terceras personas; sin embargo, mediante una solicitud con formulario, se puede solicitar también la eliminación de una cuenta.
Una persona autorizada también puede solicitar a la red social que elimine contenido audiovisual en el que aparezca un familiar o amigo fallecido; en ese caso, X contactará con el usuario que ha publicado los contenidos para solicitarle su eliminación, si se cumplen algunos factores: tiene que tratarse de imágenes que muestren a la persona ya fallecida o viviendo un acontecimiento violento, o que tengan como objetivo la burla o la celebración.
Sin embargo, la red social de Elon Musk se reserva el derecho de mantener las imágenes si estas reflejan un evento de especial relevancia periodística.