El regulador británico de telecomunicaciones de Reino Unido, ha iniciado un programa de cumplimiento; para evaluar las medidas que los proveedores de servicios de intercambio y almacenamiento en la nube implementan para frenar la distribución de contenido de abuso sexual infantil.
Esta iniciativa, se enmarca dentro de la Ley de Seguridad en Línea de 2023; que obliga a estas plataformas a prevenir la difusión de contenido ilegal y a eliminarlo rápidamente.
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Según Ofcom, los servicios de almacenamiento en la nube son especialmente vulnerables a ser utilizados para compartir material ilegal.
Por ello, recomienda el uso del sistema de comparación de ‘hash’ perceptual, que permite identificar imágenes similares a aquellas ya registradas en bases de datos de contenido ilegal; a diferencia de los ‘hashes’ criptográficos que solo detectan coincidencias exactas.

Reino Unido presiona a Apple
En paralelo, Apple ha presentado una demanda contra el Gobierno británico por exigirle la creación de una puerta trasera en iCloud; que permitiría acceder a datos cifrados de los usuarios sin su consentimiento.
Asimismo esta medida forma parte de la Ley de Poderes de Investigación de 2016, que faculta a las autoridades; para solicitar acceso a datos almacenados en la nube sin necesidad de notificar a los usuarios.
Además el Gobierno británico emitió esta orden en enero, exigiendo a Apple permitir el acceso generalizado a contenido encriptado; lo que llevó a la compañía a desactivar la función de Protección de Datos Avanzada en Reino Unido a finales de febrero.

Por otro lado, Apple expresó su descontento con la decisión, señalando que afectaba la privacidad y seguridad de sus clientes.
Estas medidas, generan un intenso debate sobre el equilibrio entre la seguridad en línea y la privacidad de los usuarios; en un contexto donde la vigilancia digital continúa expandiéndose.