Unos investigadores desarrollan baterías renovables de un producto derivado del caparazón de los cangrejos. Para ellos quieren utilizar una sustancia química que se encuentra justamente ahí para hacer baterías más sostenibles.
Las nuevas tecnologías aumentan la demanda de baterías, que no siempre son sostenibles, pero un grupo de científicos estadounidenses ha encontrado una solución en los caparazones de los cangrejos.
Se trata de una batería sostenible realizada con zinc y un electrolito biodegradable sacado de las cáscaras de ese crustáceo, según publica Matter.
Cangrejos, de la mesa a las baterías sostenibles
Las baterías utilizan un electrolito para transportar iones entre los polos cargados positiva y negativamente, el cual puede ser un líquido, pasta o gel, para lo que muchas pilas usan productos químicos inflamables o corrosivos.
Además, los separadores de polipropileno y policarbonato, muy utilizados en las baterías de iones de litio, tardan cientos o miles de años en degradarse y aumentan la carga medioambiental; según Liangbing Hu, de la Universidad de Maryland y firmante del estudio.
La nueva pila que, según el equipo, podría almacenar energía procedente de fuentes eólicas y solares a gran escala; utiliza un electrolito de gel hecho de un material biológico llamado quitosano.
Hu explicó que se trata de un producto derivado de la quitina, la cual procede de muchas fuentes, como las paredes celulares de los hongos, los exoesqueletos de los crustáceos y las plumas del interior de los calamares.
Scientists create a zinc #battery with a biodegradable electrolyte from an unexpected source—crab shells.
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— Cell Press (@CellPressNews) September 3, 2022
La fuente más abundante de quitosano son los exoesqueletos de los crustáceos, incluidos los cangrejos, los camarones y las langostas, que pueden obtenerse fácilmente de los desechos del marisco.
Dos tercios de la pila podrían descomponerse por microbios
Un electrolito biodegradable significa que unos dos tercios de la pila podrían ser descompuestos por los microbios. El que usa esta batería se descompone por completo en cinco meses, lo que deja solo el componente metálico; en este caso el zinc, en lugar del plomo o el litio, que podría reciclarse.
El zinc es más abundante en la corteza terrestre que el litio y, “en general”, las baterías “bien desarrolladas” que usan este componente “son más baratas y seguras”; dijo el investigador.
“En el futuro, espero que todos los componentes de las baterías sean biodegradables”; dijeron. “No solo el material en sí, sino también el proceso de fabricación de los biomateriales”.