Cada vez más, la dark web se convierte en el escenario donde se negocian y venden datos personales y corporativos tras ciberataques y brechas de seguridad. Este espacio, oculto a los motores de búsqueda convencionales, se ha vuelto el refugio de actividades ilícitas y un foco de preocupación para empresas y usuarios.
La dark web, distinta de la deep web, requiere navegadores especializados como The Onion Router (TOR) o ZeroNet para acceder. En este entorno anónimo, el 0,1% del contenido de Internet se traduce en un océano de actividades ilegales, desde narcotráfico hasta la venta de información robada.
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Las empresas, convertidas en el blanco principal, enfrentan una creciente amenaza. Según Digital Footprint Intelligence de Kaspersky, entre enero de 2022 y noviembre de 2023, se detectaron casi 40,000 mensajes en la dark web referentes a la venta de bases de datos corporativas. Una alarmante realidad en la que una de cada tres empresas ha sido mencionada en estos oscuros rincones.
Es importante detectar si la dark web ha filtrado datos personales. Herramientas como Google One, que monitorean la dark web para suscriptores, brindan un medio para verificar la exposición de información sensible; ofreciendo detalles sobre cuándo y cómo se produjo la filtración.
La Dark Web una amenaza creciente
Alternativas gratuitas, como ‘Have I Been Pwned‘, también escanean múltiples violaciones de bases de datos. Ante la confirmación de la exposición; cambiar contraseñas y activar la autenticación de dos factores (2FA) se convierten en medidas importantes. Además, notificar a contactos cercanos ayuda a prevenir posibles intentos de phishing.
En un entorno digital cada vez más amenazador, la conciencia y la adopción de medidas de seguridad; son esenciales para evitar las consecuencias peligrosas de la exposición de datos en la dark web. La ciberseguridad se convierte así en una prioridad ineludible en un mundo donde la información es oro y la dark web, su mercado clandestino.
